El viernes por la noche empecé la marcha cenando en Casa Paco en la Alameda, un sitio con unas tapa que quitan el sentido y unos camareros muy eficaces, entre los que se encuentra Nacho, un joven cuyo único error fue decirnos su nombre. Mis amigas se lo gastaron (el nombre). Allí le pusimos una tarta [...]
Comentarios recientes