Aquella noche, sólo necesitaba algo así para sentirme como en casa
La siguiente historia es una de ésas en las que estás pero no lo recuerdas muy bien; al día siguiente no crees que eso pudo pasar en realidad porque tú no eres así. Es más, normalmente, te lo cuentan porque tú no eres capaz de recordar todo eso. “¿Qué yo hice eso? Jí ome…” suele ser una de las preguntas que uno se hace cuando hace lo que yo hice.
Marzo de 1998. El día no me lo preguntéis porque ya es mucho afinar. Botellón alrededor del coche del Cabrilla -¡qué grande era el Clio y su radio- con los de siempre. El Negro, el Chino, Cyrano, el Pepe, el Loco y las dos o tres arpías femeninas que se arrejuntaban con nosotros por aquel entonces. (Nota del editor: ya no son arpías).
Sigue leyendo la canallada Paaaz y amooor, ¡y el Plus pal ‘cubón’!
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