La malagueña que ha dado más juego en la historia reciente de Gran Hermano, por mor de sus revolcones, edredonings y hasta ataudonings con el semental vasco (Arturo), ha sido expulsada de la casa después de haber arrojado un vaso a la díscola Carol. Los celos la han llevado a cometer una estupidez -como a todo el mundo que es celoso, por otra parte…- y a estas alturas la casa de GH11 ya no cuenta con una de sus figuras.
Está claro que un acto de este tipo es merecedor de expulsión. Todo menos llegar a las manos y menos en un escaparate como éste, por el que pasan cada semana millones de españoles. Pero, ¿cuáles pueden ser las consecuencias de haber expulsado a Indhira de GH11? Es evidente que la edición actual pierde a uno de sus exponentes y todavía queda mucho concurso. Otras ediciones perdieron a piezas importantes -como a Dayron el año de Pepe en GH7- pero fue en las postrimerías del espectáculo y con casi todo el pescado vendido.
¿Qué puede pasar ahora en la casa de Guadalix de la Sierra? En primer lugar Arturo tiene dos opciones: hacer lo que le pide el cuerpo e inmolarse (esto es, tirarle los tejos a Carol “me-duele-la-cara-de-ser-tan-guapa” y ver si lo que los espectadores prefieren es su papel de semental revienta-bragas) o aguantar el tirón (y el calentón) y quedar de calzonazos, un papel que no sabemos si es el que quiere la audiencia. Sigue leyendo la canallada Sale Indhira de Gran Hermano. ¿Demostración de ‘limpieza en el juego’ o suicidio con las audiencias?
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