Al hilo de una publicación en el muro de Facebook de mi amigo León de Fandango, he de decir que las pelis de friki-culto me aburren taco. A saber, la sextología de la Guerra de las Galaxias con el nota de la capa negra, su lado oscuro y su voz de tinaja; el Señor de los Anillos, donde una serie de notas se pegan toda la película corriendo y huyendo de algo por una tierra marrón con esos pies minúsculos y peludos que tienen, en lugar de ir a una joyería y que le graben los chirimacos esos al anillo de los huevos.
Tampoco me apasiona Matrix. La primera muy bien, pero ya después…recuerdo cuando fui al cine a ver la segunda parte y se me sentó al lado el flipaíto de turno con una capa negra y un pinganillo en la oreja. En la escena aquella del Arquitecto de los cojones me llegó a decir que si no me enteraba de algo, que le preguntara…Una hostia le iba a dar yo al friki para que se fuera con el Señor Smith y sus mulas toas.
¿El Padrino? Psee, psee…bien. Pero el rollo voz aguardiente, la familia, el “aquí te pillo, aquí te fulmino”, vendetta pa que yo te la meta y todo eso tiene un límite. El medidor de sangre se dispara y me aburro taco.
Sobre La Bruja de Blair ya ni hablamos. ¿De culto? Mira, que tuve que tomarme una biodramina a mitad de la peli porque iba a echar la pota sobre el de delante. Vaya mareíto con la cámara subjetiva de los cojones. “Una peli de infarto”. Una mierda. Todo en colores pobres, con una mierda de imagen y ¿miedo? ¿A quién le da miedo unos notas de camping que les persigue una bruja? Eso es que no han ido a los campings de los Niños del Barril…eso sí que da miedo. Se rompen las cámaras solas al final, vuelan las cosas… Sigue leyendo la canallada Las pelis de “culto”
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